procrastinar.
(Del lat. procrastinare).
1. tr. Diferir, aplazar.
lunes, agosto 13, 2007
viernes, agosto 10, 2007
Procrastinando
-Oye, ¿sabes qué es "procrastinar"?
-Mmm, sí.
-¿Qué?
-Aguántame.
...
-¿Ya?
-¿Ya qué?
-¿Ya me vas a decir?
-¿Qué cosa?
-Qué es "procrastinar".
-Ah, ok.
-Bueno, pues... ¿qué chingados es?
-Carajo, ¿tengo que andarte resolviendo cada duda que tengas?
-¡Putamadre! Una más y ya...qué más te da chingá. ¿Qué es?
-¿Qué?
-¡Me lleva la verga! "Procrastinar", ¡carajo!
-Ah. Sí, voy, voy, nomás no te emputes...
-Mmm, sí.
-¿Qué?
-Aguántame.
...
-¿Ya?
-¿Ya qué?
-¿Ya me vas a decir?
-¿Qué cosa?
-Qué es "procrastinar".
-Ah, ok.
-Bueno, pues... ¿qué chingados es?
-Carajo, ¿tengo que andarte resolviendo cada duda que tengas?
-¡Putamadre! Una más y ya...qué más te da chingá. ¿Qué es?
-¿Qué?
-¡Me lleva la verga! "Procrastinar", ¡carajo!
-Ah. Sí, voy, voy, nomás no te emputes...
lunes, abril 03, 2006
Clientes
Contéstele usted la alerta, ¿no, ciudadano?
-No mames, ya estamos en la Comida, que no joda a ésta hora. Si no, que le marque a M., que todavía le falta medio Hipódromo por caminar... tiene todo el tiempo del mundo para ella.
-En fin...¿Que pasó, S.?
-Hola, Perdón que los moleste en su super evento a mis jefes bellos, si no es porque de plano esta vez se oye que...
-¡Que pasó, S.!
-Es el señor Zacarías Blanco. Le super urge hablar con usted de preferencia, pero si no, con cualquiera de ustedes.
-Ah, ok, entonces que le marque a G....debe ser algo indicado para un coyote.
- Ni madres, yo no.
-Se le oye muy alterado, como nervioso o no se...
- Bueno, A ver, enlácemelo, pero no le vaya a dar el número, porque el tipo es una garrapata con espuelas.
- ¿De dónde sacas esas frases?
-E, a sus órdenes. Si, aquí en la comida de la escuela. No, no te preocupes. Si es urgente, estamos para servirte. Es más, te pongo en speaker.
-[Pues fíjate, E. que es super urgente…que mi vieja armó un desmadre...en un Mc Donalds]
- ¡M.! Corre, que esta bueno el chisme con E. y el jodón de Blanco.
-[Pues fíjate, E., que mi mujer entró ahí al "auto-nose-qué-chingados" y pues pidió varias chingaderas…]
-¿Qué pasó? ¿Qué quiere ese cabrón?
- No se, suena a que su vieja atacó a alguien en Mc Donalds o que algo le hicieron.
-¡No mames! ¿Y eso?
-[Y pues al avanzar la fila vio que le dieron la orden incompleta. Ya había pagado y todo, pero no se podía echar de reversa]
-¿Y qué? ¿Se echo para atrás y le pegó a un coche?
[-Sí. Bueno, no. Se bajó, se llevó todo para reclamar…]
-No me digas que la asaltaron.
-[No’ombre, pero sí se armo pedo y es urgente atenderlo.]
-¿Que pasó?
-[Pues resulta que al bajarse del coche mi vieja le pega con las nalgas al espejo del de atrás y se lo tiró. Seguramente estaba pegada con chicle la chingadera… y pues el dueño se engoriló…]
-¿Y la agredió?
-[No, ni Dios lo quiera, pero se puso pendejo con llamar al seguro y que mi vieja llamara al suyo. Obviamente le dijeron que les salía más caro a los dos.]
-Sí, pues sí…¿y luego?
[-No, ¡pues aquí seguimos con el pedo!]
-¿Y luego? ¡Hay, Blanco!, no seas codo y paga el espejo…¡ya para que se vaya!
-[No, a ese cabrón llegué y le dí “un doscientón” y se fue a chingar a su madre].
-¿Entonces?
-[¡Pues la estoy armando de pedo en McDonalds! ¡Te hablo para que nos lo chinguemos en la Corte! Porque yo se bien que se les puede demandar por esas chingaderas. Porque son chingaderas. Porque que a mi vieja le pasara eso fue por las pendejadas de los empleados, y estos deben responder o su pinche patrón…Además se saca buena lana, ¿no? Así que te manchas con los honorarios, que tengo entendido que hasta esos te los tienen que pagar el otro cabrón que pierde…Entonces, ¿cómo ves? Está cabrón el asunto ¿no? Pero yo le veo alitas…Qué, ¿vienen para acá?]
-No mames, ya estamos en la Comida, que no joda a ésta hora. Si no, que le marque a M., que todavía le falta medio Hipódromo por caminar... tiene todo el tiempo del mundo para ella.
-En fin...¿Que pasó, S.?
-Hola, Perdón que los moleste en su super evento a mis jefes bellos, si no es porque de plano esta vez se oye que...
-¡Que pasó, S.!
-Es el señor Zacarías Blanco. Le super urge hablar con usted de preferencia, pero si no, con cualquiera de ustedes.
-Ah, ok, entonces que le marque a G....debe ser algo indicado para un coyote.
- Ni madres, yo no.
-Se le oye muy alterado, como nervioso o no se...
- Bueno, A ver, enlácemelo, pero no le vaya a dar el número, porque el tipo es una garrapata con espuelas.
- ¿De dónde sacas esas frases?
-E, a sus órdenes. Si, aquí en la comida de la escuela. No, no te preocupes. Si es urgente, estamos para servirte. Es más, te pongo en speaker.
-[Pues fíjate, E. que es super urgente…que mi vieja armó un desmadre...en un Mc Donalds]
- ¡M.! Corre, que esta bueno el chisme con E. y el jodón de Blanco.
-[Pues fíjate, E., que mi mujer entró ahí al "auto-nose-qué-chingados" y pues pidió varias chingaderas…]
-¿Qué pasó? ¿Qué quiere ese cabrón?
- No se, suena a que su vieja atacó a alguien en Mc Donalds o que algo le hicieron.
-¡No mames! ¿Y eso?
-[Y pues al avanzar la fila vio que le dieron la orden incompleta. Ya había pagado y todo, pero no se podía echar de reversa]
-¿Y qué? ¿Se echo para atrás y le pegó a un coche?
[-Sí. Bueno, no. Se bajó, se llevó todo para reclamar…]
-No me digas que la asaltaron.
-[No’ombre, pero sí se armo pedo y es urgente atenderlo.]
-¿Que pasó?
-[Pues resulta que al bajarse del coche mi vieja le pega con las nalgas al espejo del de atrás y se lo tiró. Seguramente estaba pegada con chicle la chingadera… y pues el dueño se engoriló…]
-¿Y la agredió?
-[No, ni Dios lo quiera, pero se puso pendejo con llamar al seguro y que mi vieja llamara al suyo. Obviamente le dijeron que les salía más caro a los dos.]
-Sí, pues sí…¿y luego?
[-No, ¡pues aquí seguimos con el pedo!]
-¿Y luego? ¡Hay, Blanco!, no seas codo y paga el espejo…¡ya para que se vaya!
-[No, a ese cabrón llegué y le dí “un doscientón” y se fue a chingar a su madre].
-¿Entonces?
-[¡Pues la estoy armando de pedo en McDonalds! ¡Te hablo para que nos lo chinguemos en la Corte! Porque yo se bien que se les puede demandar por esas chingaderas. Porque son chingaderas. Porque que a mi vieja le pasara eso fue por las pendejadas de los empleados, y estos deben responder o su pinche patrón…Además se saca buena lana, ¿no? Así que te manchas con los honorarios, que tengo entendido que hasta esos te los tienen que pagar el otro cabrón que pierde…Entonces, ¿cómo ves? Está cabrón el asunto ¿no? Pero yo le veo alitas…Qué, ¿vienen para acá?]
martes, marzo 28, 2006
Para las Tetas
No, no es la página de Sánchez Villa. Se que el formato idéntico- que resultó muy cómodo- y en particular el título del texto podrían hacerlo pensar así. De cualquier forma, si deciden leer esto hasta el final o no, no olviden darse una vuelta por allá –me refiero a su página, no a nuestra casa-, pero ya dejen en paz el tema de la apuesta.
Una de las consecuencias del famoso Foro Mundial del Agua -y me refiero a las que tuvo en relación conmigo, ya lo único relevante en él fue la ocurrencia de dispersar globalifóbicos nada menos que a manguerazos y ganarnos así un espacio en los noticiarios del mundo- fue el tener que viajar en Metro para llegar al despacho. Si bien el Foro era en el Hipódromo, resultó que el príncipe japonés, el rey de Marruecos (o lo que sea) y demás tuvieron la ocurrencia de hospedarse en los hoteles vecinos, y bueno, eso ocasionó que vivieran durante una semana efectivos de todas las fuerzas de seguridad del estado aquí abajo; que sus barricadas impidieran el paso y casi me cayera a los cimientos de un edificio recién demolido, que sus baños Sanirent chorrearan precisamente junto a mi auto y que mis compañeras abogadas fueran más sabroseadas que nunca, entre ellos y los albañiles de las múltiples obras aledañas.
Mientras pretendía abordar y descubría qué aburguesados y chafas hábitos puede adquirir uno sin darse cuenta hasta que se ve ridículo tratando de pescar una red inalámbrica para revisar correos en la Palm en pleno andén del Metro Cuauhtemoc, decidí quedarme con la agenda electrónica en la mano. Bueno, eso de decidir es un eufemismo, porque lo que pasó es que al abordar un vagón atascado realmente no podía mover el brazo hacia ningún lado y lo tuve que dejar ahí medio suspendido en el aire. Afortunadamente no lo necesitaba, ya que la mano izquierda la traía custodiando mi cartera y mis teléfonos, pero el lleno total hacía innecesario tener que agarrarme de algún lado y pude mantener la postura a base de un uso preciso de técnicas de equilibrismo y arrimones. No pensé que ese hecho circunstancial me diera la oportunidad de poder tomar la foto que aparece arriba,y que supongo les llamó la atención tanto como a mí.
Nadie es ajeno a que la publicidad mexicana, si no es estúpida, tiende a un doble sentido bastante simplón, pero pocas veces a lo explícito, o por lo menos, a lo concreto. Pero la maleta promocional de un sujeto usaba una frase contundente: Para las Tetas: Bamitol.
Primero pensé que era un artículo emparentado con las playeras “el wey de a lado es puto”, pero torciéndome bien alcancé a ver el logo de Bayer. Claro, ese movimiento me costó un codazo de una señora que casi suelta su bulto con una anafre, una fibras y un ramo de manzanilla, pero mi curiosidad era mucha. Ya en Chapultepec, el vagón se vació y pude tener esa joya publicitaria frente a mí, y la capté gracias a que tenía lista la Palm. Si no es por ese movimiento rápido, no habría imagen y seguiríamos con el post de la Academia Española, ya que el tipo se mostró receloso cuando un escuincle caguengue que lo acompañaba me acuso y el tipo se pasó la maleta a la panza.
Caminando entre granaderos, PFPs y elementos del Estado Mayor Presidencial pensaba: “Es la publicidad perfecta. No logro olvidarla y además va directo al grano”. Sin embargo, metros después, el olor a desinfectante de los Sanirent recién instalados –era el primer día, antes, claro, que decidiera que no era necesario dejar el coche en la casa y que el mismo se acabara impregnado de líquidos provenientes de esos mismos Sanirent que nunca más volvieron a oler a desinfectante- me hizo caer en cuenta de, si bien, no su imperfección, sí de su perfectibilidad: “Bueno, dice que es para las tetas, pero no dice para lograr qué efecto. No se, tal vez aumenta el tamaño, les quita el aspecto de nabo y/o calcetín con balín o vuelve rosita el pezón o yo que se…o por el contrario, el lema lo dice todo: no es para las tetas, sino efectivamente “para” es decir, erecta o reafirma las tetas…el caso es que si es Bayer es Bueno y ha de estar cabrón el efecto.” Fue en este momento que, ensimismado, me dirigía derechito a la demolición.
Creo que mi principal error antes de empezar a considerar al publicista como un genio fue el tomar la palabra “tetas” como un presupuesto necesario, aceptado y de uso general. Creo que la mayor parte de la gente con la que hablo de glándulas mamarias femeninas las llama así. Pero hay que tomar en cuenta que la gente a la que me refiero son varones coetáneos que cuando no las llaman tetas, se refieren a ellas como gomas, bolas, melones, ubres, chichis, mastos –algún exquisito gusta de llamarlas así- y obviamente si bien es una palabra de las masas, no es de uso general.
Confundido, decidí llegar al fondo del asunto y mi inicial entusiasmo se tornó en decepción: el anónimo publicista que consideraba un paladín del hablar claro, resulto ser uno más de esos farsantes extraídos de burdos pasquines que también gustaba del doble sentido simplón, y resultó además, que una de las palabras de mis compañeros de género, usada correctamente, le daba luz al acertijo:
“Bamitol. Bayer Sanidad Animal.
Reg. S.A.G.A.R. No. Q-0615-040
Ungüento mamario (aplicación tópica)
Descripción del producto
Ungüento emoliente de la glándula mamaria, auxiliar en golpes, moretones y procesos inflamatorios de la ubre, que protege y suaviza la piel devolviéndole su elasticidad. Por su acción rubefaciente está indicado en el reumatismo y otras afecciones de las articulaciones.
Especies a las que se aplica: bovinos, cánidos, caprinos, equinos, felinos, ovinos, porcinos, zoológico.”
Una de las consecuencias del famoso Foro Mundial del Agua -y me refiero a las que tuvo en relación conmigo, ya lo único relevante en él fue la ocurrencia de dispersar globalifóbicos nada menos que a manguerazos y ganarnos así un espacio en los noticiarios del mundo- fue el tener que viajar en Metro para llegar al despacho. Si bien el Foro era en el Hipódromo, resultó que el príncipe japonés, el rey de Marruecos (o lo que sea) y demás tuvieron la ocurrencia de hospedarse en los hoteles vecinos, y bueno, eso ocasionó que vivieran durante una semana efectivos de todas las fuerzas de seguridad del estado aquí abajo; que sus barricadas impidieran el paso y casi me cayera a los cimientos de un edificio recién demolido, que sus baños Sanirent chorrearan precisamente junto a mi auto y que mis compañeras abogadas fueran más sabroseadas que nunca, entre ellos y los albañiles de las múltiples obras aledañas.
Mientras pretendía abordar y descubría qué aburguesados y chafas hábitos puede adquirir uno sin darse cuenta hasta que se ve ridículo tratando de pescar una red inalámbrica para revisar correos en la Palm en pleno andén del Metro Cuauhtemoc, decidí quedarme con la agenda electrónica en la mano. Bueno, eso de decidir es un eufemismo, porque lo que pasó es que al abordar un vagón atascado realmente no podía mover el brazo hacia ningún lado y lo tuve que dejar ahí medio suspendido en el aire. Afortunadamente no lo necesitaba, ya que la mano izquierda la traía custodiando mi cartera y mis teléfonos, pero el lleno total hacía innecesario tener que agarrarme de algún lado y pude mantener la postura a base de un uso preciso de técnicas de equilibrismo y arrimones. No pensé que ese hecho circunstancial me diera la oportunidad de poder tomar la foto que aparece arriba,y que supongo les llamó la atención tanto como a mí.
Nadie es ajeno a que la publicidad mexicana, si no es estúpida, tiende a un doble sentido bastante simplón, pero pocas veces a lo explícito, o por lo menos, a lo concreto. Pero la maleta promocional de un sujeto usaba una frase contundente: Para las Tetas: Bamitol.
Primero pensé que era un artículo emparentado con las playeras “el wey de a lado es puto”, pero torciéndome bien alcancé a ver el logo de Bayer. Claro, ese movimiento me costó un codazo de una señora que casi suelta su bulto con una anafre, una fibras y un ramo de manzanilla, pero mi curiosidad era mucha. Ya en Chapultepec, el vagón se vació y pude tener esa joya publicitaria frente a mí, y la capté gracias a que tenía lista la Palm. Si no es por ese movimiento rápido, no habría imagen y seguiríamos con el post de la Academia Española, ya que el tipo se mostró receloso cuando un escuincle caguengue que lo acompañaba me acuso y el tipo se pasó la maleta a la panza.
Caminando entre granaderos, PFPs y elementos del Estado Mayor Presidencial pensaba: “Es la publicidad perfecta. No logro olvidarla y además va directo al grano”. Sin embargo, metros después, el olor a desinfectante de los Sanirent recién instalados –era el primer día, antes, claro, que decidiera que no era necesario dejar el coche en la casa y que el mismo se acabara impregnado de líquidos provenientes de esos mismos Sanirent que nunca más volvieron a oler a desinfectante- me hizo caer en cuenta de, si bien, no su imperfección, sí de su perfectibilidad: “Bueno, dice que es para las tetas, pero no dice para lograr qué efecto. No se, tal vez aumenta el tamaño, les quita el aspecto de nabo y/o calcetín con balín o vuelve rosita el pezón o yo que se…o por el contrario, el lema lo dice todo: no es para las tetas, sino efectivamente “para” es decir, erecta o reafirma las tetas…el caso es que si es Bayer es Bueno y ha de estar cabrón el efecto.” Fue en este momento que, ensimismado, me dirigía derechito a la demolición.
Creo que mi principal error antes de empezar a considerar al publicista como un genio fue el tomar la palabra “tetas” como un presupuesto necesario, aceptado y de uso general. Creo que la mayor parte de la gente con la que hablo de glándulas mamarias femeninas las llama así. Pero hay que tomar en cuenta que la gente a la que me refiero son varones coetáneos que cuando no las llaman tetas, se refieren a ellas como gomas, bolas, melones, ubres, chichis, mastos –algún exquisito gusta de llamarlas así- y obviamente si bien es una palabra de las masas, no es de uso general.
Confundido, decidí llegar al fondo del asunto y mi inicial entusiasmo se tornó en decepción: el anónimo publicista que consideraba un paladín del hablar claro, resulto ser uno más de esos farsantes extraídos de burdos pasquines que también gustaba del doble sentido simplón, y resultó además, que una de las palabras de mis compañeros de género, usada correctamente, le daba luz al acertijo:
“Bamitol. Bayer Sanidad Animal.
Reg. S.A.G.A.R. No. Q-0615-040
Ungüento mamario (aplicación tópica)
Descripción del producto
Ungüento emoliente de la glándula mamaria, auxiliar en golpes, moretones y procesos inflamatorios de la ubre, que protege y suaviza la piel devolviéndole su elasticidad. Por su acción rubefaciente está indicado en el reumatismo y otras afecciones de las articulaciones.
Especies a las que se aplica: bovinos, cánidos, caprinos, equinos, felinos, ovinos, porcinos, zoológico.”
miércoles, noviembre 23, 2005
Estaba un día Velázquez discutiendo con la Academia cuando...
Pues sí, yo también me hice de palabras con la Academia.
Seguro algunos de ustedes recuerdan la tira en la cual El Santos acabó en la cárcel por hacerse de palabras con la Real Academia Española. En esa ocasión, todos Apoyábamos al Santos y creo que lo natural era tenerle desconfianza a esa secta Lingüística desde aquella época
Pero como uno suele ser necio y olvidadizo, desde que descubrí la página electrónica de la Academia he sido un visitante medianamente regular, en especial del Diccionario, el cual es bastante útil. Sin embargo, navegando por ella descubrí el espacio de “Consultas Lingüísticas” del cual he usado en pocas ocasiones.
Esa sección despliega una pantalla en la cual uno formula su pregunta, que generalmente versa sobre conjugación de verbos, reglas de acentuación, sintaxis gramatical y demás temas del lenguaje.
Pues bien, en las primeras consultas, la respuesta no tardó más de dos días, y agradecían enormemente el uso de tal servicio “tendiente a la pulcritud en el uso del idioma de Cervantes”.
Sin embargo, la consulta siguiente demoró más de tres semanas en ser contestada, y la respuesta fue vaga.
“Seguro andan muy ocupados con eso del Cuarto Centenario del Quijote”, pensaba yo, librando de toda culpa a la honorable institución y su noble tarea.
Pero con la respuesta a la tercera consulta, que tardó mes y medio en ser respondida, se desató el enfrentamiento.
A una pregunta concreta sobre sustantivos y adjetivos, se les ocurrió contestarme lo siguiente:
“Lamentamos mucho no poder atender su petición de información, por quedar fuera de los límites que se han establecido para este servicio de consultas, cuya única finalidad es resolver dudas lingüísticas concretas relacionadas con el uso correcto de la lengua española. Para ilustrarse sobre el tema de su interés, le recomendamos la lectura de tratados de morfología española o los capítulos sobre derivación y composición de las gramáticas de español.
Esperando poder serle de mayor utilidad en otra ocasión, reciba un cordial saludo.
__
Departamento de Español al día
RAE”
A lo cual les solicité una recomendación concreta de algún libro editado por ellos, a lo cual contestaron ese mismo día, lo siguiente:
“Puede consultar el texto que usted prefiera y se encuentre disponible en su localidad. Por su parte, recomendamos consulte algún texto que verse en forma específica sobre el tema en cuestión.
Esperando poder serle de mayor utilidad en otra ocasión, reciba un cordial saludo.
__
Departamento de Español al día
RAE”
En vista de tal respuesta, solicité atentamente que me recomendaran algún Gran Tratado de Morfología Española en Materia del Complejo y Oscuro y Esotérico Tema de los Sustantivos y los Adjetivos del Español, a lo cual contestaron inmediatamente lo siguiente:
“Lamentamos informarle que su consulta no puede ser atendida. Este servicio no esta capacitado para brindar tal información.No se atenderán posteriores consultas provenientes de su dirección electrónica.
Acuda a la Academia de Letras de su país de origen.
__
Departamento de Español al día
RAE”
“Pues váyanse a recibir su servicio de consulta vaselinizado por vía ano-rectal, o como decimos los que desde ahora solo consultaremos refraneros –visibles, esos sí, a fojas electrónicas de la página de la Academia Mexicana-, retáquense su servicio de consulta por el culo.”
Ese fue el final de la discusión. De mal gusto por supuesto, pero muy satisfactorio. Nadie me quitará el placer de presumir que en una disputa con la Academia yo tuve la última palabra.
Epílogo
Sobra decir que la Academia Mexicana de la Lengua rechazó automáticamente mi consulta por no ajustarse a los requisitos establecidos en la página, y por no haber revisado previamente las consultas frecuentes.
Esta reacción de la academia local sinceramente no me sorprende y me recuerda a esa insana práctica de archivo de juzgado de no buscarte tu expediente si no acreditas fehacientemente y ante la presencia de un “fedatario” del propio juzgado (que puede ser hasta el bolero, que es como parte de él, con el inconveniente de que NUNCA HAY NADIE) que ya checaste el Boletín, las listas del juzgado, el ejemplar del Boletín que tienen en el juzgado, la lista de lo que pasa al acuerdo, el cuaderno de turno y la lista de lo que se fue al Archivo Judicial…de ambas Secretarías.
No esperaba más de una oficina mexicana de cualquier tipo, y sinceramente, de una española tampoco. Sin embargo el problema deviene en que ahora nadie está capacitado para resolver una maldita duda, y un secretario insiste en defender la expresión “expeditez de la justicia” -aclarando que solo vela por la expresión y no por el concepto jurídico, ya que el asunto se demandó en 2001-.
Sin embargo, creo que lo mejor será dejar esto por la paz, porque tal vez, en un futuro, resulte que el asunto no avanzó precisamente por estar basado en un principio constitucional cuyo sustantivo no ha sido reconocido por la Academia, órgano en el cual figuro, junto al Santos, en su lista negra.
Seguro algunos de ustedes recuerdan la tira en la cual El Santos acabó en la cárcel por hacerse de palabras con la Real Academia Española. En esa ocasión, todos Apoyábamos al Santos y creo que lo natural era tenerle desconfianza a esa secta Lingüística desde aquella época
Pero como uno suele ser necio y olvidadizo, desde que descubrí la página electrónica de la Academia he sido un visitante medianamente regular, en especial del Diccionario, el cual es bastante útil. Sin embargo, navegando por ella descubrí el espacio de “Consultas Lingüísticas” del cual he usado en pocas ocasiones.
Esa sección despliega una pantalla en la cual uno formula su pregunta, que generalmente versa sobre conjugación de verbos, reglas de acentuación, sintaxis gramatical y demás temas del lenguaje.
Pues bien, en las primeras consultas, la respuesta no tardó más de dos días, y agradecían enormemente el uso de tal servicio “tendiente a la pulcritud en el uso del idioma de Cervantes”.
Sin embargo, la consulta siguiente demoró más de tres semanas en ser contestada, y la respuesta fue vaga.
“Seguro andan muy ocupados con eso del Cuarto Centenario del Quijote”, pensaba yo, librando de toda culpa a la honorable institución y su noble tarea.
Pero con la respuesta a la tercera consulta, que tardó mes y medio en ser respondida, se desató el enfrentamiento.
A una pregunta concreta sobre sustantivos y adjetivos, se les ocurrió contestarme lo siguiente:
“Lamentamos mucho no poder atender su petición de información, por quedar fuera de los límites que se han establecido para este servicio de consultas, cuya única finalidad es resolver dudas lingüísticas concretas relacionadas con el uso correcto de la lengua española. Para ilustrarse sobre el tema de su interés, le recomendamos la lectura de tratados de morfología española o los capítulos sobre derivación y composición de las gramáticas de español.
Esperando poder serle de mayor utilidad en otra ocasión, reciba un cordial saludo.
__
Departamento de Español al día
RAE”
A lo cual les solicité una recomendación concreta de algún libro editado por ellos, a lo cual contestaron ese mismo día, lo siguiente:
“Puede consultar el texto que usted prefiera y se encuentre disponible en su localidad. Por su parte, recomendamos consulte algún texto que verse en forma específica sobre el tema en cuestión.
Esperando poder serle de mayor utilidad en otra ocasión, reciba un cordial saludo.
__
Departamento de Español al día
RAE”
En vista de tal respuesta, solicité atentamente que me recomendaran algún Gran Tratado de Morfología Española en Materia del Complejo y Oscuro y Esotérico Tema de los Sustantivos y los Adjetivos del Español, a lo cual contestaron inmediatamente lo siguiente:
“Lamentamos informarle que su consulta no puede ser atendida. Este servicio no esta capacitado para brindar tal información.No se atenderán posteriores consultas provenientes de su dirección electrónica.
Acuda a la Academia de Letras de su país de origen.
__
Departamento de Español al día
RAE”
“Pues váyanse a recibir su servicio de consulta vaselinizado por vía ano-rectal, o como decimos los que desde ahora solo consultaremos refraneros –visibles, esos sí, a fojas electrónicas de la página de la Academia Mexicana-, retáquense su servicio de consulta por el culo.”
Ese fue el final de la discusión. De mal gusto por supuesto, pero muy satisfactorio. Nadie me quitará el placer de presumir que en una disputa con la Academia yo tuve la última palabra.
Epílogo
Sobra decir que la Academia Mexicana de la Lengua rechazó automáticamente mi consulta por no ajustarse a los requisitos establecidos en la página, y por no haber revisado previamente las consultas frecuentes.
Esta reacción de la academia local sinceramente no me sorprende y me recuerda a esa insana práctica de archivo de juzgado de no buscarte tu expediente si no acreditas fehacientemente y ante la presencia de un “fedatario” del propio juzgado (que puede ser hasta el bolero, que es como parte de él, con el inconveniente de que NUNCA HAY NADIE) que ya checaste el Boletín, las listas del juzgado, el ejemplar del Boletín que tienen en el juzgado, la lista de lo que pasa al acuerdo, el cuaderno de turno y la lista de lo que se fue al Archivo Judicial…de ambas Secretarías.
No esperaba más de una oficina mexicana de cualquier tipo, y sinceramente, de una española tampoco. Sin embargo el problema deviene en que ahora nadie está capacitado para resolver una maldita duda, y un secretario insiste en defender la expresión “expeditez de la justicia” -aclarando que solo vela por la expresión y no por el concepto jurídico, ya que el asunto se demandó en 2001-.
Sin embargo, creo que lo mejor será dejar esto por la paz, porque tal vez, en un futuro, resulte que el asunto no avanzó precisamente por estar basado en un principio constitucional cuyo sustantivo no ha sido reconocido por la Academia, órgano en el cual figuro, junto al Santos, en su lista negra.
lunes, noviembre 07, 2005
Lección sobre el futuro
En su momento, mi abuela me exhortaba a ahorrar, pensando en mi futuro. Nunca lo hice. Ahora mi novia me exhorta a hacer lo mismo, al considerar que es un momento conveniente por contar con un ingreso propio y tener la posibilidad de que ese futuro se materialice a corto plazo en una maestría en el extranjero. Antes respondía que el futuro estaba lejos y hoy respondo que primero me tengo que recibir antes de irme a hacer uno de esos doctorados express a España y acabar siendo un vulgar imitador de Fausto Alzati -“Falsati” para los cuates-. De cualquier forma, siempre he aplazado esa clase de planes. Tal vez se deba, a que como todos, tengo la impresión de que el futuro se tarda en llegar o me ha convencido la publicidad de mi tarjeta de crédito haciéndome creer –y gastar en la misma proporción- que la vida es ahora. Creo que esto es algo bastante común, en especial en aquellas personas que tenemos un ritmo de vida un tanto rutinario.
Así, como es obvio, la gente que tiene otras formas de ganarse y vivir la vida más aceleradas que yo, seguramente potenciaría esa creencia, y ellos menos que nadie, pensarían en sus destinos más allá del día de hoy. Sin embargo, así como Polo Polo con los chinos, me doy cuenta que estaba muy equivocado.
Al igual que al showman de referencia, un día como cualquiera una nota periodística me sacó del error. El artículo fue publicado en el diario de mayor circulación en el país, el cual se dedica principalmente a la nota roja. Era un artículo también como cualquiera y trataba sobre la captura de un ladrón de casas de las Lomas. Salía como siempre la foto del tipo tomando su ganzúa de un modo amenazante y describía su modus operandi. Hasta aquí nada fuera de lo común.
Sin embargo, en el párrafo final se describía qué había hecho este sujeto con el botín de sus incursiones furtivas. Y he aquí donde, como un sopapo, recibí mi lección.
El tipo resultó tener visión de futuro a corto, mediano y largo plazo, y en esa medida fue invirtiendo sus malhabidas ganancias.
Primeramente, guardó dinero en el banco para tener liquidez ante cualquier clase de imprevisto e ir viviendo el día a día. Sin embargo, seguramente consciente de los irrisorios intereses que las cuentas bancarias producen, decidió retirarle su dinero a esos bandidos de cuello blanco que se hacen llamar banqueros y destinar su numerario a fondos de inversión. Al parecer esto lo satisfizo, pues le otorgó rendimientos suficientes para unos cuantos viajes, pero no le brindaba un gasto corriente adecuado.
Por tal razón, de los 5 automóviles que había adquirido, decidió vender dos, los más ostentosos –ya que nunca se sabe donde pueda haber algún delincuente oportunista que te pueda secuestrar y despojarte del patrimonio de toda una vida de pacíficos robos-, quedarse con uno modesto y comprar dos taxis.
El sujeto “puso a trabajar” los carros de alquiler en manos de gente de su confianza que “no le chingara” el monto del pasaje, ya que muy caros le habían salido los derechos y la mordida para “agilizar el trámite” de la obtención de las placas.
Sin embargo, este modo de asegurar la vida financiera parecía no ser suficiente, ya que no llenaba un vacío que tenía el sujeto en su vida. No, él no quería solo dinero, él quería instrucción, para, como reza un eslogan “ser alguien en la vida”.
Esta legítima motivación llevo al tipo a seguir su vocación y pagarse una carrera universitaria.
En efecto, el tipo concluyó la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Intercontinental –lo cual lo convierte plenamente en un colega de mi novia-. No se si con buenas calificaciones, pero acabó. Eso demuestra que es perfectamente factible estudiar y trabajar paralelamente. Otro punto para el caco.
Sin embargo, habiendo cubierto muchos de los aspectos mal aprovechados de su vida, el tipo aprendió a administrarse en tiempo y dinero mejor que Donald Trump, y descubrió que estudiar por la mañana, manejar sus inversiones al mediodía –seguro por Internet-, y robar casas por la noche, le dejaba ociosa una parte del día.
Así fue como este tipo, después de haber perseguido y logrado sus objetivos, decidió alcanzar el cielo, lo cual en ese momento era su único límite: tomó un curso de piloto aviador privado.
No se si este curso lo concluyó o no, pero eso no importa. Tampoco se como es que habiendo dado un giro total en su vida, el tipo fue aprehendido realizando su actividad primigenia: el robo de casas de Las Lomas. Si el tipo es listo, como lo ha demostrado, seguramente decidió continuar con sus hábitos furtivos por simple costumbre, amor al oficio o adicción a la adrenalina. Talvez contempló dejarlo y se enfrentó a la interrogante de qué hacer con sus noches libres y no toleró dedicarlas al ocio, siendo él tan eficiente. O tal vez cayó en la creencia –no del todo infundada en este país- de que nunca lo iban a agarrar. No se.
Sin embargo, además de la enseñanza clara y contraria a la creencia popular de que el dinero sí puede convertirte en una mejor persona, incluso si es ajeno e ilegítimo, este tipo me hizo pensar que aunque en efecto, la vida es ahora –él lo sabe más que nadie y por eso robó cada vez que pudo, así como nuestros entrañables legisladores y funcionarios del ejecutivo, pero sin indecencias- y que nunca es tarde o temprano para invertir en tu futuro.
Así, como es obvio, la gente que tiene otras formas de ganarse y vivir la vida más aceleradas que yo, seguramente potenciaría esa creencia, y ellos menos que nadie, pensarían en sus destinos más allá del día de hoy. Sin embargo, así como Polo Polo con los chinos, me doy cuenta que estaba muy equivocado.
Al igual que al showman de referencia, un día como cualquiera una nota periodística me sacó del error. El artículo fue publicado en el diario de mayor circulación en el país, el cual se dedica principalmente a la nota roja. Era un artículo también como cualquiera y trataba sobre la captura de un ladrón de casas de las Lomas. Salía como siempre la foto del tipo tomando su ganzúa de un modo amenazante y describía su modus operandi. Hasta aquí nada fuera de lo común.
Sin embargo, en el párrafo final se describía qué había hecho este sujeto con el botín de sus incursiones furtivas. Y he aquí donde, como un sopapo, recibí mi lección.
El tipo resultó tener visión de futuro a corto, mediano y largo plazo, y en esa medida fue invirtiendo sus malhabidas ganancias.
Primeramente, guardó dinero en el banco para tener liquidez ante cualquier clase de imprevisto e ir viviendo el día a día. Sin embargo, seguramente consciente de los irrisorios intereses que las cuentas bancarias producen, decidió retirarle su dinero a esos bandidos de cuello blanco que se hacen llamar banqueros y destinar su numerario a fondos de inversión. Al parecer esto lo satisfizo, pues le otorgó rendimientos suficientes para unos cuantos viajes, pero no le brindaba un gasto corriente adecuado.
Por tal razón, de los 5 automóviles que había adquirido, decidió vender dos, los más ostentosos –ya que nunca se sabe donde pueda haber algún delincuente oportunista que te pueda secuestrar y despojarte del patrimonio de toda una vida de pacíficos robos-, quedarse con uno modesto y comprar dos taxis.
El sujeto “puso a trabajar” los carros de alquiler en manos de gente de su confianza que “no le chingara” el monto del pasaje, ya que muy caros le habían salido los derechos y la mordida para “agilizar el trámite” de la obtención de las placas.
Sin embargo, este modo de asegurar la vida financiera parecía no ser suficiente, ya que no llenaba un vacío que tenía el sujeto en su vida. No, él no quería solo dinero, él quería instrucción, para, como reza un eslogan “ser alguien en la vida”.
Esta legítima motivación llevo al tipo a seguir su vocación y pagarse una carrera universitaria.
En efecto, el tipo concluyó la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Intercontinental –lo cual lo convierte plenamente en un colega de mi novia-. No se si con buenas calificaciones, pero acabó. Eso demuestra que es perfectamente factible estudiar y trabajar paralelamente. Otro punto para el caco.
Sin embargo, habiendo cubierto muchos de los aspectos mal aprovechados de su vida, el tipo aprendió a administrarse en tiempo y dinero mejor que Donald Trump, y descubrió que estudiar por la mañana, manejar sus inversiones al mediodía –seguro por Internet-, y robar casas por la noche, le dejaba ociosa una parte del día.
Así fue como este tipo, después de haber perseguido y logrado sus objetivos, decidió alcanzar el cielo, lo cual en ese momento era su único límite: tomó un curso de piloto aviador privado.
No se si este curso lo concluyó o no, pero eso no importa. Tampoco se como es que habiendo dado un giro total en su vida, el tipo fue aprehendido realizando su actividad primigenia: el robo de casas de Las Lomas. Si el tipo es listo, como lo ha demostrado, seguramente decidió continuar con sus hábitos furtivos por simple costumbre, amor al oficio o adicción a la adrenalina. Talvez contempló dejarlo y se enfrentó a la interrogante de qué hacer con sus noches libres y no toleró dedicarlas al ocio, siendo él tan eficiente. O tal vez cayó en la creencia –no del todo infundada en este país- de que nunca lo iban a agarrar. No se.
Sin embargo, además de la enseñanza clara y contraria a la creencia popular de que el dinero sí puede convertirte en una mejor persona, incluso si es ajeno e ilegítimo, este tipo me hizo pensar que aunque en efecto, la vida es ahora –él lo sabe más que nadie y por eso robó cada vez que pudo, así como nuestros entrañables legisladores y funcionarios del ejecutivo, pero sin indecencias- y que nunca es tarde o temprano para invertir en tu futuro.
viernes, agosto 26, 2005
Y Litigaron en lo Profundo de sus Mentes
Estaba hace unos días en una oficialía de partes, no importa cual, viendo como llegaba un colega y 4 chalanes cargando cajas que al parecer contenían copias de traslado. Creo que todos sabemos que la mayoría de esas hojas nunca se leerá, además de ser una verdadera chinga el tener que presentar sendos tambaches de papel bond que irán directamente a la basura. De ahí, retomé la idea de un amigo, quien influenciado por esa excelente película que es “Héroe”, sugirió que al estilo de tal filme deberíamos litigar en lo profundo de nuestras mentes.
No negarán que la idea suena tentadora. Los que vieron la película podrán imaginarse volando y corriendo sobre el agua, pero no precisamente articulando mortíferas coreografías de kung fu, sino tal vez atravesando ágilmente el Canal de Chalco en un día de inundación, prestos a presentar el escrito de ofrecimiento de pruebas en un juicio maldito del "Edomex" que nunca debieron tomar.
Sin embargo, mientras veía como vaciaban las cajas con una gran sonrisa sin importarles lo pesado de cada juego de copias, pensé: "Pobre del cabrón que tenga que contestar esa madre en 9 días. El abogado de la actora ya está salivando imaginado la mediocre contestación que saldrá..." Y entonces caí en cuenta de lo que realmente pasaría.
Es evidente que la primera pelea a nivel mental de la película entre ´"Sin Nombre"(no confundir con el Innombrable) y "Cielo", parte de tres cualidades que son sus presupuestos fundamentales: la concentración, la precisión y el honor. Sólo así pudo llevarse a cabo. Pensemos ahora si en un juicio a la mexicana tendrían cabida tales virtudes...y menos aún en una dimensión mental.
Estoy seguro que lo primero que haría la contraparte sería incorporar mil y un elementos de confusión para no poder ser preciso en una estocada, o perdón -me quedé pensando en combates-, en el ejercicio de una acción. Haría aparecer de la nada miles de contratos balines de fecha incierta, poderes para pleitos y cobranzas sin la transcripción del 2554, o pagarés con cláusula arbitral para resolverse ante la Cámara de Comercio de Liberia, que en un superpoder llamado "Tifón del Mar de China" (o bueno, "Huracán Paulina, si quieren) se confundirían inexorablemente con los documentos basales. Así, no podría haber la mínima precisión por parte del actor, ni siquiera para poder presentar una demanda decente.
Posteriormente, si se logró contrarrestar tal superpoder presentando diversas demandas ad cautelam en dimensiones mentales diferentes, seguramente el demandado haría pasear literalmente por todos los círculos del infierno al actor en compañía del actuario persiguiendo un número oficial cambiante, teniendo que designarse cada 5 o 6 segundos nuevo domicilio para emplazar. Y bueno, contra esas millones de demandas no se tendría que recurrir a ningún superpoder, sino a las clásicas excepciones de litispendencia y caducidad de la instancia.
Y qué decir del honor en un país donde la regla son esas utilísimas tácticas procesales dilatorias -a veces incluso perentorias- que con tanto cariño llamamos "chicanas".
Imaginemos en un efecto tipo Matrix, una infinidad de personas reproduciéndose a sí mismas como el agente Smith, pero promoviendo miles, millones de amparos en calidad de terceros llamados a juicio en una controversia de arrendamiento, solicitando, por supuesto, la suspensión. Pensemos en una contraparte condenada en ambas instancias, que en vez de dar heridas no letales en lugares estratégicos para que no muera el oponente, como lo hace Jet Li en la película, tenga la habilidad de crear conceptos de violación en el amparo directo con la precisión quirúrgica necesaria para que se lo concedan "para efectos", ocasionando un círculo vicioso de reenvíos a la Sala o Unitario responsable que dure más de 300 eras. O bueno, siendo más burdos, pensemos qué tan peligroso sería alguien que desarrollara una habilidad tan útil como el golpe letal de "Sin Nombre" a solo diez pasos del Rey de Qin, pero que consistiera en que a diez pasos de distancia del actuario en un emplazamiento y embargo, pudiera arrancar el pagaré del expediente y comérselo antes de que puedas gritar:¡Mi derecho incorporado!
En fin, no podría asegurar que pensé todo esto mientras estaba en la fila o ha estado en lo más profundo de mi mente por eones. Tampoco puedo tener certeza si estos burdos ejemplos pueden ilustrar lo que sería meterse al cerebro de un litigante de Niños Héroes como se metieron al de John Malcovich, o todavía estoy en pañales en eso del litigio. Lo que sí puedo asegurar es que del infierno imaginado y colorido salté al infierno en vida –es color sepia, como las ventanas de la oficialía, se los juro-cuando a las 8:56 PM quien me había recibido el escrito 3 minutos antes regresaba para decirme: "Lic. Fíjese que no le voy a recibir porque..."
No negarán que la idea suena tentadora. Los que vieron la película podrán imaginarse volando y corriendo sobre el agua, pero no precisamente articulando mortíferas coreografías de kung fu, sino tal vez atravesando ágilmente el Canal de Chalco en un día de inundación, prestos a presentar el escrito de ofrecimiento de pruebas en un juicio maldito del "Edomex" que nunca debieron tomar.
Sin embargo, mientras veía como vaciaban las cajas con una gran sonrisa sin importarles lo pesado de cada juego de copias, pensé: "Pobre del cabrón que tenga que contestar esa madre en 9 días. El abogado de la actora ya está salivando imaginado la mediocre contestación que saldrá..." Y entonces caí en cuenta de lo que realmente pasaría.
Es evidente que la primera pelea a nivel mental de la película entre ´"Sin Nombre"(no confundir con el Innombrable) y "Cielo", parte de tres cualidades que son sus presupuestos fundamentales: la concentración, la precisión y el honor. Sólo así pudo llevarse a cabo. Pensemos ahora si en un juicio a la mexicana tendrían cabida tales virtudes...y menos aún en una dimensión mental.
Estoy seguro que lo primero que haría la contraparte sería incorporar mil y un elementos de confusión para no poder ser preciso en una estocada, o perdón -me quedé pensando en combates-, en el ejercicio de una acción. Haría aparecer de la nada miles de contratos balines de fecha incierta, poderes para pleitos y cobranzas sin la transcripción del 2554, o pagarés con cláusula arbitral para resolverse ante la Cámara de Comercio de Liberia, que en un superpoder llamado "Tifón del Mar de China" (o bueno, "Huracán Paulina, si quieren) se confundirían inexorablemente con los documentos basales. Así, no podría haber la mínima precisión por parte del actor, ni siquiera para poder presentar una demanda decente.
Posteriormente, si se logró contrarrestar tal superpoder presentando diversas demandas ad cautelam en dimensiones mentales diferentes, seguramente el demandado haría pasear literalmente por todos los círculos del infierno al actor en compañía del actuario persiguiendo un número oficial cambiante, teniendo que designarse cada 5 o 6 segundos nuevo domicilio para emplazar. Y bueno, contra esas millones de demandas no se tendría que recurrir a ningún superpoder, sino a las clásicas excepciones de litispendencia y caducidad de la instancia.
Y qué decir del honor en un país donde la regla son esas utilísimas tácticas procesales dilatorias -a veces incluso perentorias- que con tanto cariño llamamos "chicanas".
Imaginemos en un efecto tipo Matrix, una infinidad de personas reproduciéndose a sí mismas como el agente Smith, pero promoviendo miles, millones de amparos en calidad de terceros llamados a juicio en una controversia de arrendamiento, solicitando, por supuesto, la suspensión. Pensemos en una contraparte condenada en ambas instancias, que en vez de dar heridas no letales en lugares estratégicos para que no muera el oponente, como lo hace Jet Li en la película, tenga la habilidad de crear conceptos de violación en el amparo directo con la precisión quirúrgica necesaria para que se lo concedan "para efectos", ocasionando un círculo vicioso de reenvíos a la Sala o Unitario responsable que dure más de 300 eras. O bueno, siendo más burdos, pensemos qué tan peligroso sería alguien que desarrollara una habilidad tan útil como el golpe letal de "Sin Nombre" a solo diez pasos del Rey de Qin, pero que consistiera en que a diez pasos de distancia del actuario en un emplazamiento y embargo, pudiera arrancar el pagaré del expediente y comérselo antes de que puedas gritar:¡Mi derecho incorporado!
En fin, no podría asegurar que pensé todo esto mientras estaba en la fila o ha estado en lo más profundo de mi mente por eones. Tampoco puedo tener certeza si estos burdos ejemplos pueden ilustrar lo que sería meterse al cerebro de un litigante de Niños Héroes como se metieron al de John Malcovich, o todavía estoy en pañales en eso del litigio. Lo que sí puedo asegurar es que del infierno imaginado y colorido salté al infierno en vida –es color sepia, como las ventanas de la oficialía, se los juro-cuando a las 8:56 PM quien me había recibido el escrito 3 minutos antes regresaba para decirme: "Lic. Fíjese que no le voy a recibir porque..."
Suscribirse a:
Entradas (Atom)